viernes, 11 de noviembre de 2011

Llegó el 11-11-11: fortuna o fracaso en campaña electoral.

Sólo ocurre cada cien años y por eso en días tales como este parece que despertamos los talentos desde esotéricos hasta numéricos.  Y, precisamente, de esto último mejor no hablar.  Es insano, deben contemplar algunos.  A veces no hay como volver a leer lo escrito una semana antes, o un mes, o un año, es una de las ventajas que ofrecen los blogs, para descubrir si enfocamos hacia un rumbo certero, incluso para evaluar aspectos acerca de nosotros mismos, así como, del mundo que nos rodea.
A estas alturas creo que todos consideramos al mundo que nos rodea determinante, antes, hace cien años, quizás, el entorno se entendía intrascendente para el futuro propio, hoy parece decisivo.  Lo cierto es que cuando leo que nuestra prima de riesgo alcanza los 400 puntos, en comparación con los 573 puntos alcanzados por el bono italiano, durante la pasada jornada, - lo que ha supuesto y presupone la despedida de Berlusconi de la presidencia Italiana-, me pregunto, si esto de la prima de riesgo en comparable al colesterol, que sube y sube, hasta que explota y nos deja en el recuerdo de familiares y amigos.  En el caso de los políticos, también en las hemerotecas y archivos varios.
Podemos dar por hecho que Berlusconi se retira a una de sus 40 casas y, probablemente, será sustituido por Mario Monti, según apuntan los cotilleos en las redes sociales, de la misma manera que, la semana pasada, señalaban a Lucas Papedemos para rescatar, por segunda vez, a Grecia para el euro, frente a las pretensiones democráticas del socialista Yorgos Papandreu de sacar a referéndum las adopción de las medidas económicas impuestas por Bruselas (a cambio de la condonación de la mitad de su deuda y su mantenimiento en la eurozona).  Una consulta delicada para los bancos alemanes y franceses a quienes los griegos le deben el dinero, que no son dos pesetas.  Ya nadie recuerda el jaque mate después de que se rompiera una pata del tablero.  Sin muchas explicaciones.
Tan sólo hay que ver el currículum de Lucas Papademos que vincula su trabajo al maquillaje de cuentas que se realizó en Grecia para alcanzar la incorporación del país Heleno a la Comunidad Europea (http://noticias.lainformacion.com/mundo/papademos-el-nuevo-primer-ministro-de-grecia-es-quien-metio-al-pais-heleno-en-el-euro_GpbGYOHibxXb4D21xhLav3/)
En esta ocasión no se mencionarán las cifras que alcanzan las deudas, no se trata de eso, un tema que requeriría un tratamiento más profundo y extenso.
Es en este punto, al que hemos llegado juntos, donde quiero centrar mi reflexión.  Porque estamos en campaña electoral y quiero ser consecuente con mi voto, del cual me hago responsable, orgullosa de ser demócrata.  El próximo 20 de noviembre ¿los españoles elegimos a nuestro presidente? Mi papeleta será útil para aquél que nos represente en Bruselas.    Porque no se me ha olvidado que los griegos también eligieron, por un procedimiento democrático a Papandreu y, asimismo, los italianos a Berlusconi.  ¿Cuánto de democrático ha tenido el procedimiento por el cual han sido reemplazados?  ¿Entramos en una comunidad llamada Europa, democrática, o todos estos acontecimientos destiñen rasgos de secta?
Puestos ya a patalear… ¿han sido los irlandeses, griegos, italianos, portugueses, quienes lo han hecho mal? o, será que, desde Bruselas no se están tomando las decisiones adecuadas, los enfoques correctos al problema.  ¿Tenemos los españoles opción de recoger el testigo dejado en otros años de bonanza, en aquellos en los que gobernó el Partido Popular-¿por qué no decirlo?, para cambiar el rumbo de este gran barco llamado Europa?  ¿Ese es el sentido de nuestro voto en estas elecciones? 
O, más bien, observando la situación económica en la que nos encontramos, el Presidente que elijamos no podrá más que acatar las tareas requeridas por mamá Merkel y papá Sarkozy, que tampoco es que vayan a una; en cuyo caso, el sentido común que le podemos dar a nuestro voto es hacia el Parlamento, no hacia el presidente.  Me pregunto, entonces, algo que no se ha preguntado en ninguna encuesta, que yo sepa: si los españoles queremos un Parlamento plural, multicolor, que, entre otras cosas, atienda a los rasgos diferenciadores que nos caracterizan –y que entre los políticos se entiendan (o se apañen, que es el sentimiento nacional que prolifera a mayor velocidad en las redes sociales)- o, por el contrario, preferimos un parlamento en blanco y negro.  Si bien es cierto que este rasgo se le atribuye al carácter de los españoles a lo largo de la historia.  Lo que en política es llamado bipartidismo.  Ningún candidato ha resuelto todavía esta cuestión.
Éste es el DEBATE en cuestiones de primer orden, pero muchos pensamos que hay otras cuestiones que también interesan, en general, a todos los Españoles.  Empezando por la salud.  Siempre se ha dicho que la salud es lo más importante: si tienes salud, tienes lo más importante.  Pero, ¿si no la tienes? En este aspecto, quiero compartir una anécdota de mi llegada a la Comunidad de Madrid el mes pasado.  De las primeras cosas que me hablaron, un votante cualquiera, trabajadora del sistema sanitario, lo cual es significativo.  Esta mujer, de cuarenta años aproximadamente, me puso en alerta sobre la privatización de la gestión de los centros sanitarios, al menos, los conocidos por ella en esta Comunidad.  Todo es mejorable, pero lo que ella me contó, no tiene justificación en el cielo ni en la tierra.
Por un lado, me cuestiono por qué tiene que ser más efectiva la gestión llevada por una empresa privada (que además, se le presupone beneficios por el hecho de serlo) que la gestión pública.  Lo único que reconozco en el último caso es que suele ser destinada a cargos políticos, gerentes, en cualquier caso, que por su trabajo cobran muchísimo y no siempre proceden con acierto provocando agujeros negros, sin fondo, en las partidas presupuestarias.  Siempre me he preguntado el porqué no se profesionaliza la gestión de los centros sanitarios, que sean los propios facultativos los que accedan a la dirección acreditando su voluntad y capacidad gestora, sin importar su vinculación con el partido de turno que gobierne –en un país bipartidista, creo que es un término acertado-.  No he sido yo la única que me lo he planteado.
Seguramente, en este caso, y por su juramento hipocrático, la prestación del servicio sanitario que se da en el Hospital de Valdemoro, por ejemplo, con gestión privada, según tengo entendido, no quedaría en entredicho.  ¿Es cierto que este Hospital es conocido como “la morgue”?.  Es cierto, que grandes profesionales, entre ellos de la Unidad de Oncología de dicho Centro han decidido marcharse a otros hospitales porque les prohibían prescribir exploraciones necesarias o tratamientos paliativos.  No voy asegurar en qué medida, pero, al menos yo, considero de una “gravedad extrema” que se rumoreen estas cosas, aunque no tuvieran fundamento… que, repito, son producto del análisis de un votante cualquiera con conocimiento de causa.
Me pregunto si la ética que nos va a gobernar se inclina por sacrificar a nuestros mayores, nuestros enfermos, nuestros discapacitados… a todo aquél que no engorde las arcas de la Seguridad Social, para ser más claros, o se le considera al margen del sistema.  ¿Hacia dónde dirigimos nuestra conciencia social, hacia  la jubilación y, seguidamente, cuanto más pronto mejor para las cuentas públicas, morirnos? –como tantos casos que conocemos todos.  Tengo en mi mente a uno ahora mismo.
Y sobre la educación… pilar fundamental para el desarrollo de las sociedades y de sus gentes y, un aspecto, en el que todos los candidatos coinciden que se debe reformar.  Además, elemento diferenciador entre Comunidades Autónomas.  Porque ese es otro aspecto que me gustaría se tratara con mayor claridad entre los candidatos.  Si en la Constitución se plantea que todos los españoles debemos ser tratados de la misma manera, por qué el nivel educativo varía entre unas Comunidades y otras; el nivel, no solamente, también la prestación de servicios educativos tan necesarios para la conciliación de la vida familiar; del bilingüismo y de las nuevas tecnologías que aspiramos todos para nuestros hijos, mejor no hablar.  ¿Por qué? Es posible que, como apuntaba Rosa Díez, en el informativo de LA PRIMERA de TVE, anoche, el modelo descentralizador, en estas cuestiones, no ha funcionado y sería provechoso que el Estado recuperara dichas competencias… Esto que parece tan lógico, por qué no lo llevan todos los programas presentados, por qué no se debate este punto, que además afecta al sistema sanitario, otro gran pilar.
Y, entrando en otro punto recogido en la Constitución, esencial, en mi caso, pero de gran importancia para todos los españoles, ¿cuál es la apuesta por la información, la pública?  La Constitución la recoge, los Estatutos de las Autonomías también, “la información y el derecho de acceso a la misma, es un derecho para los Españoles”, para todos.  La realidad es que desde hace un par de años venimos asistiendo a la operación más descarada de DESMANTELAMIENTO en primer lugar de la RTVE y, recientemente, de las televisiones autonómicas, a las que se les encargó hace muchos años, más en el caso de unas Comunidades que de otras, a destacar los valores de dicho territorio, en todos los ámbitos.  Otra vez, volvemos a la gestión política y a sus gestores, que nunca han dado cuenta de las cuentas, y en este caso reitero intencionadamente.  Exactamente igual que en el caso de las Cajas de Ahorro de las que tampoco se ha dado cuenta de sus cuentas, para quienes se ha realizado una importante inyección de dinero público recientemente.
He rescatado un artículo que asienta la conciencia general compartida, entiendo, de que los medios de comunicación han jugado un papel fundamental en los momentos cumbres de la historia en España.  La información ha sido clave, ha sido un valor, ha sido un instrumento.  ¿En qué la estamos convirtiendo? (http://www.elpais.com/articulo/opinion/periodismo/necesitamos/elpepuopi/20111108elpepiopi_4/Tes)

¿Qué planteamientos, en este tema, llevan los candidatos en sus maletines llenos de aspiraciones y de promesas?  ¿Por qué ningún periodista lo pregunta a cámara?  Mientras los ciudadanos reclaman honestidad y transparencia, en períodos electorales, más que nunca, la relación debería ser pública evitando malos entendidos y errores de interpretación de palabras que caen en sacos rotos, después de las elecciones -esta es otra de las ideas que se repite en las redes.  Reconozco que todos los ciudadanos no convenimos en pagar a una televisión pública, es verdad; sin embargo, todos asistimos, por ejemplo, a la denuncia pública del programa La Noria, emitido en prime time, por Tele5, esto quiere decir, una de las grandes apuestas de la Cadena; la denuncia ha sido por la selección de un entrevistado, no importa quién, lo importante es el hecho; de la misma manera, todos asistimos a la crítica permanente a los programas de cotilleos o de información rosa, por sus formas y el estilo que les caracteriza, por ejemplo.  Ahí están las urnas.  Todos tenemos derecho a decidir qué modelo de comunicación preferimos.  Pero ningún candidato nos lo explica, ni en debates, ni en mítines, siendo un derecho constitucional.  En uno, ni en el otro de los casos, en mítines o en programas televisivos, se equiparan los temas, uno a uno, se enfrentan, se debaten, o se hacen las preguntas adecuadas, a veces pienso que, los periodistas que entrevistan no tienen padres pensionistas, hijos estudiando, familiares enfermos, o miedo, mucho miedo de acabar en el paro en los próximos meses.
Una cosa es la gestión de la empresa periodística y, otra, el estilo de hacer periodismo, muy diferente en Europa que en Estados Unidos, como quedaba patente en un debate realizado en una televisión norteamericana durante la campaña electoral (http://www.elmundo.es/america/2011/11/10/estados_unidos/1320904485.html)
Pues bien, ha llegado el 11 del 11 del 11, el meridiano de la Campaña, y como muchos españoles, yo llevo un cupón de la ONCE.  Aseguro que aunque me tocara esta noche, u otro día, seguiría preocupada por todas estas cosas y todas estas cosas me las plantearía para emitir mi voto y, me gustaría que, no como periodista sino, como votante, alguno o todos los candidatos al Parlamento me las explicaran.  ¿No estamos en campaña? Aunque eligieran ellos formato, lugar y hora, antes del próximo 19 de noviembre, para poder escribirlo en mi blog.  Porque Cuentacuentos-Storytelling ya es leído, con tan sólo un mes de existencia, en parte de EEUU y Sudamérica, Europa y, en España.  No tiene que ser el mío, puede ser en otro blog con estas interrogantes, o en alguno de los debates planteados por grupos en las diferentes redes sociales.  Seguro el efecto viral que las caracteriza permitiría que todos accedieramos a ello.  Red de redes, de las cuales los políticos no han querido escapar, por inspiración propia, o como resultado del análisis de sus equipos de comunicación, expertos del marketing y de la comunicación, pagados a golpe de talonario.  Lo siento, pero en las redes y según mi opinión, todos los candidatos han perdido el debate.  No sé si influirá en el fracaso.  En cualquier caso, queda escrito y lo podrán leer la semana que viene, el mes que viene, el año que viene.



2 comentarios:

  1. Minuto a minuto: http://politica.elpais.com/politica/2011/11/13/actualidad/1321193831_901025.html

    ResponderEliminar
  2. Si en la campaña eléctoral nos preguntábamos la opinión de los candidatos sobre la energía TERMOSOLAR, parece que, después de las elecciones, el Ministro Soria lo tiene claro:
    http://www.hispanidad.com/confidencial/el-timo-de-la-energia-termosolar-abengoa-acs-y-acciona-se-forran-con-20120124-147678.html

    ResponderEliminar